Cristo te ama

16.- Paciencia

Capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse. Actitud del que sabe sufrir y tolerar sus infortunios y adversidades con fortaleza, sin lamentarse. Calidad del que sabe esperar con calma una cosa que tarda, o sufrir la duración de un trabajo. Virtud cristiana opuesta a la ira.

La paciencia mantiene a un hombre erguido con su cara al viento.

Cambia las duras pruebas en gloria, porque capacita al cristiano para ver la meta más allá del dolor. De esta manera puede enfrentar la espera sin depresión, la opresión sin represalias y el sufrimiento sin ceder. Esta virtud la ha aprendido de Dios, quien es paciente con él en su debilidad, fracaso y pecado (Colosenses 1:9-12).

I. LA PACIENCIA ES UN ATRIBUTO DE DIOS Y DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
1. Dios muestra su paciencia antes del diluvio.
Entonces el Señor dijo: No contenderá mi Espíritu para siempre con el hombre, porque ciertamente él es carne. Serán, pues, sus días ciento veinte años (Génesis 6:3).

Quienes en otro tiempo fueron desobedientes cuando la paciencia de Dios esperaba en los días de Noé, durante la construcción del arca, en la cual unos pocos, es decir, ocho personas, fueron salvadas a través del agua (1 Pedro 3:20).

2. Dios es lento para la ira.
Entonces pasó el SEÑOR por delante de él y proclamó: El SEÑOR, el SEÑOR, Dios compasivo y clemente, lento para la ira y abundante en misericordia y verdad; el que guarda misericordia a millares, el que perdona la iniquidad, la transgresión y el pecado, y que no tendrá por inocente al culpable; el que castiga la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos hasta la tercera y cuarta generación (Éxodo 34:6-7).

Mas Él, siendo compasivo, perdonaba sus iniquidades y no los destruía; muchas veces contuvo su ira, y no despertó todo su furor (Salmos 78:38).

3. Su paciencia es para que todos vengan al arrepentimiento.
El Señor no se tarda en cumplir su promesa, según algunos entienden la tardanza, sino que es paciente para con vosotros, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento (2 Pedro 3:9).

¿O tienes en poco las riquezas de su bondad, tolerancia y paciencia, ignorando que la bondad de Dios te guía al arrepentimiento? (Romanos 2:4).

4. El Señor Jesús demuestra su paciencia para los que han de creer en Él.
Palabra fiel y digna de ser aceptada por todos: Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, entre los cuales yo soy  el primero. Sin embargo, por esto hallé misericordia, para que en mí, como el primero, Jesucristo demostrara toda su paciencia como un ejemplo para los que habrían de creer en Él para vida eterna (1 Timoteo 1:15-16).

5. Jesucristo nos dejó su ejemplo de paciencia.
Porque para este propósito habéis sido llamados, pues también Cristo sufrió por vosotros, dejándoos ejemplo para que sigáis sus pisadas, EL CUAL NO COMETIÓ PECADO, NI ENGAÑO ALGUNO SE HALLÓ EN SU BOCA; y quien cuando le ultrajaban, no respondía ultrajando; cuando padecía, no amenazaba, sino que se encomendaba a Aquel que juzga con justicia (1 Pedro 2:21-23).

II. HOMBRES DE LA BIBLIA QUE FUERON PACIENTES
1. Abraham.
Pues cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por uno mayor, juró por sí mismo, diciendo: CIERTAMENTE TE BENDECIRÉ Y CIERTAMENTE TE MULTIPLICARÉ. Y así, habiendo esperado con paciencia, obtuvo la promesa (Hebreos 6:13-15).

2. David.
Al SEÑOR esperé pacientemente, y Él se inclinó a mí y oyó mi clamor.
Me sacó del hoyo de la destrucción, del lodo cenagoso; asentó mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos.
Puso en mi boca un cántico nuevo, un canto de alabanza a nuestro Dios; muchos verán esto, y temerán, y confiarán en el SEÑOR. (Salmos 40:1-3).

3. Los profetas y Job.
Hermanos, tomad como ejemplo de paciencia y aflicción a los profetas que hablaron en el nombre del Señor. Mirad que tenemos por bienaventurados a los que sufrieron. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el resultado del proceder del Señor, que el Señor es muy compasivo, y misericordioso (Santiago 5:10-11).

4. Pablo.
Pero tú has seguido mi enseñanza, conducta, propósito, fe, paciencia, amor, perseverancia (2 Timoteo 3:10).

III. EN QUÉ CIRCUNSTANCIAS DEBEMOS MOSTRAR PACIENCIA
1. Cuando debemos confiar y esperar en el Señor.
Confía callado en el SEÑOR y espérale con paciencia; no te irrites a causa del que prospera en su camino, por el hombre que lleva a cabo sus intrigas. Deja la ira y abandona el furor; no te irrites, solo harías lo malo. Porque los malhechores serán exterminados, mas los que esperan en el SEÑOR poseerán la tierra. Un poco más y no existirá el impío; buscarás con cuidado su lugar, pero él no estará allí. Mas los humildes poseerán la tierra, y se deleitarán en abundante prosperidad (Salmos 37:7-11).

2. Cuando damos amor.
El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante (1 Corintios 13:4).

3. Cuando suframos por hacer lo bueno.
Pues ¿qué mérito hay, si cuando pecáis y sois tratados con severidad lo soportáis con paciencia? Pero si cuando hacéis lo bueno sufrís por ello y lo soportáis con paciencia, esto halla gracia con Dios (1 Pedro 2:20).

4. Cuando servimos en algún ministerio.
Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción (2 Timoteo 4:2).

Y el siervo del Señor no debe ser rencilloso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido (2 Timoteo 2:24).

5. Ante la venida del Señor.
Por tanto, hermanos, sed pacientes hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el fruto precioso de la tierra, siendo paciente en ello hasta que recibe la lluvia temprana y la tardía. Sed también vosotros pacientes; fortaleced vuestros corazones, porque la venida del Señor está cerca (Santiago 5:7-8).

6. Debemos ser pacientes para con todos.
Y os exhortamos, hermanos, a que amonestéis a los indisciplinados, animéis a los desalentados, sostengáis a los débiles y seáis pacientes con todos (1 Tesalonicenses 5:14).

Yo, pues, prisionero del Señor, os ruego que viváis de una manera digna de la vocación con que habéis sido llamados, con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándoos unos a otros en amor, esforzándoos por preservar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz (Efesios 4:1-3).

IV.QUÉ COSAS CONTRIBUYEN A QUE ADQUIRAMOS PACIENCIA
1. Las tribulaciones.
Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia (Romanos 5:3).

2. El amor.
El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta (1 Corintios 13:4, 7).

3. Las pruebas.
Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, y que la paciencia ha de tener su perfecto resultado, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada (Santiago 1:2-4).

4. Despojándonos de todo peso y del pecado que nos envuelve.
Por tanto, puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante (Hebreos 12:1).

PREGUNTAS SOBRE EL ESTUDIO
1. ¿Es la paciencia una de tus virtudes?
2. ¿Te irritas fácilmente?
3. ¿Cuál es tu actitud cuando las cosas no salen como tú quieres?
4. ¿Qué estás viviendo actualmente, que tengas que tener paciencia?
5. ¿Qué cosas has logrado porque has sido paciente?

CYV_16_PACIENCIA_v2020

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