¿Somos todos hijos de Dios?

Por Ana Maria GT
Nov. 4, 2011
Como hijos que somos de nuestros padres terrenales, tenemos ciertos privilegios que otros que, por no ser hijos, no pueden disfrutar. Lo mismo sucede con los que son y no son hijos de Dios. Dios tiene preferencia por los que son de Él.
Hay en el mundo una mentira que dice que todos somos hijos de Dios. Algunos dicen que si Dios alimenta a los pájaros que no trabajan, y viste los campos que no hilan con hermosas flores, pues cuanto mas les dará a los seres humanos. La realidad es que este pasaje, como muchos otros, aplica solamente para los hijos de Dios. Todos somos criaturas del Creador, pero hijos, solamente los que cumplimos con la condición que el Padre mismo pone.
Es Dios quién decide adoptarnos como hijos, bajo una cierta condición.
Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre,
Juan 1:12
¿Por qué es importante saber esto? Para que así, podamos recibir todas las promesas y bendiciones que Dios ha dejado a sus hijos escritas en su Testamento, La Biblia.
Todos queremos recibir lo que Dios ha dejado en Su Testamento.
Jesucristo es el Único Hijo de Dios, el Unigénito del Padre. Pero Dios quiere adoptarnos como hijos a todos los que creemos en Su Palabra, en Jesús.
Es la Voluntad de Dios que seamos herederos y coherederos con Cristo. Hemos sido predestinados para ser adoptados como sus hijos, mediante una sola condición:
nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad,
Efesios 1:5
Pasamos a ser adoptados hijos de Dios mediante la siguiente condición:

pues todos sois hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús.
Gálatas 3:25
Es muy importante que logremos comprender esto, ya que algunos enseñan que pasamos a ser hijos de Dios mediante el bautizo cuando somos bebés, y esto puede confundirnos.
La Biblia no enseña tal cosa, y al pensar que somos hijos de Dios sin serlo, estamos fuera de su testamento, de sus promesas y de la abundancia de vida que CRISTO y no un ritual ha venido a darnos.

El bautizo es importante, es una ordenanza que Jesús nos dejó cuando creemos en Él y como señal pública de que hemos nacido a una nueva vida. Es cuando nos hemos encontrado con Cristo y decidimos dejar nuestra pasada manera de vivir, para vivir de acuerdo a Su Voluntad. Para poder bautizarnos: es necesario primero que primero creamos en Jesús, ya que ésto es lo que nos hace hijos de Dios y después nos bauticemos.
Un bebé recién nacido, no puede aún comprender quién es Cristo para poder creer en Él.
Cuando creemos en Jesucristo, en Su Palabra, nacemos de nuevo, del Espíritu Santo; y ahora nuestra vida es guiada por Él, somos hijos y podemos clamarle a Dios; “Padre, Papá!”
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios.
Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino que habéis recibido un espíritu de adopción como hijos, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios,
y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con El a fin de que también seamos glorificados con El.
Romanos 8:14-17
Hoy es el día para que Dios te adopte como hijo o hija, recibe su invitación.
«Padre, en el nombre de Jesús, te pido que te reveles a quién hoy lea este mensaje para que pueda iniciar una relación personal contigo y pueda heredar todas tus promesas y la vida eterna, concédeles el don de arrepentimiento, gracias Papá.»
Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
Juan 17:3