BASE BIBLICA: Mateo 8:1-12
Curación de un leproso
8 Y cuando bajó del monte, grandes multitudes le seguían. 2 Y he aquí, se le acercó un leproso y se postró ante Él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. 3 Y extendiendo Jesús la mano, lo tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante quedó limpio de su lepra. 4 Entonces Jesús le dijo*: Mira, no se lo digas a nadie, sino ve, muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio a ellos.
Jesús sana al criado del centurión
5 Y cuando entró Jesús en Capernaúm se le acercó un centurión suplicándole, 6 y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, sufriendo mucho[. 7 Y Jesús le dijo*: Yo iré y lo sanaré. 8 Pero el centurión respondió y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; mas solamente di la palabra y mi criado quedará sano. 9 Porque yo también soy hombre bajo autoridad, con soldados a mis órdenes; y digo a este: «Ve», y va; y al otro: «Ven», y viene; y a mi siervo: «Haz esto», y lo hace. 10 Al oírlo Jesús, se maravilló y dijo a los que le seguían: En verdad os digo que en Israel[j] no he hallado en nadie una fe tan grande. 11 Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos. 12 Pero los hijos del reino serán arrojados a las tinieblas de afuera; allí será el llanto y el crujir de dientes.
INTRODUCCION
El relato comienza con la llegada de Jesús a una ciudad, donde un hombre con lepra se acerca a él y le pide que lo sane. La lepra era una enfermedad muy temida y marginadora en aquellos tiempos, y la persona con este padecimiento era considerada impura y debía vivir aislada de la comunidad. Pero a pesar de las restricciones sociales y religiosas, el hombre se arriesga a acercarse a Jesús, creyendo que él puede sanarlo. En esta historia, Jesús muestra su poder y compasión al sanar al hombre de su lepra, y también nos enseña importantes lecciones sobre la fe, la humildad y la importancia de seguirle.
En el versículo 2, un hombre con lepra se acerca a Jesús y le dice: «Señor, si quieres, puedes limpiarme». Jesús responde: «Quiero. ¡Queda limpio!» (versículo 3). Este milagro ilustra la importancia de la fe en Jesús para recibir sanidad y salvación. El hombre con lepra tuvo fe en que Jesús podía sanarlo, y esa fe lo llevó a recibir la sanidad que necesitaba.
Pasajes relacionados:
Marcos 11:22-24
Hebreos 11:6
Santiago 1:6
Enseñanza 2: El poder y la autoridad de Jesús
En los versículos 5-13, Jesús cura a un centurión romano que le pide ayuda para sanar a su siervo. Jesús se sorprende de la fe del centurión, que cree que Jesús puede curar a su siervo con solo decir una palabra. Este milagro ilustra el poder y la autoridad de Jesús para sanar y liberar a las personas.
Pasajes relacionados:
Efesios 1:20-21
Colosenses 1:16
Hechos 4:12
Enseñanza 3: La necesidad de seguir a Jesús en todo momento
En los versículos 18-22, Jesús le dice a un hombre que lo sigue: «Las zorras tienen madrigueras, y las aves del cielo tienen nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza» (versículo 20). Jesús está diciendo que seguirlo puede requerir sacrificio y renuncia, pero que vale la pena para aquellos que están dispuestos a seguirlo fielmente. Este milagro ilustra la necesidad de seguir a Jesús en todo momento, incluso cuando las cosas se ponen difíciles.
Pasajes relacionados:
Lucas 14:25-33
Juan 10:27-28
Filipenses 3:7-8
En resumen, Mateo 8:2-26 ilustra la importancia de la fe en Jesús, el poder y la autoridad de Jesús, y la necesidad de seguir a Jesús en todo momento. Estas enseñanzas pueden ser resumidas en:
Ten fe en Jesús para recibir sanidad y salvación.
Confía en el poder y la autoridad de Jesús para liberarte de cualquier opresión.
Sigue a Jesús fielmente, incluso cuando las cosas se ponen difíciles.
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En el contexto bíblico de la época, una persona que sufría de lepra era vista como impura y socialmente marginada, debido a la creencia popular de que la enfermedad era causada por el pecado. Por esta razón, las personas con lepra eran obligadas a vivir apartadas de la sociedad y se les prohibía tener contacto con personas sanas.
PREGUNTAS PARA REFLEXION:
1.- ¿Qué actitud demostró el hombre con lepra al acercarse a Jesús?
2.- ¿Por qué se sorprendió Jesús de la fe del centurión romano?
3.- ¿Cuál es la importancia de seguir a Jesús en todo momento, incluso cuando las cosas se ponen difíciles?
4.- ¿Qué pasaje bíblico apoya la idea de que debemos tener fe en Jesús para recibir sanidad y salvación?
5.- ¿Qué versículo de la Biblia ilustra el poder y la autoridad de Jesús para liberar a las personas?
6.- ¿Por qué Jesús no tenía dónde recostar la cabeza y qué enseñanza podemos extraer de esto?
SUSTENTACION BIBLICA:
1 .- El hombre con lepra demostró una actitud de humildad y fe al acercarse a Jesús. En Marcos 1:40-41 se registra esta historia y se destaca la humildad del hombre al arrodillarse ante Jesús y suplicarle su sanidad. En Lucas 17:11-19, otro hombre leproso sanado por Jesús regresa para agradecerle y glorificar a Dios, mostrando su fe y gratitud.
2.- Jesús se sorprendió de la fe del centurión romano porque él, como gentil y no como judío, demostró una fe genuina y una humildad admirable. En Mateo 15:28, una mujer cananea también demuestra una gran fe ante Jesús y recibe la sanidad de su hija. En Hechos 10:34-35, Pedro reconoce que Dios no hace acepción de personas, sino que acepta a cualquier persona que le tema y obra justicia.
3.- Es importante seguir a Jesús en todo momento, incluso cuando las cosas se ponen difíciles, porque él es nuestra fortaleza y guía en todo momento. En Mateo 10:38-39, Jesús enseña que el que no toma su cruz y sigue en pos de él, no es digno de él. En Juan 15:5, Jesús enseña que sin él no podemos hacer nada y que si permanecemos en él, daremos mucho fruto.
4.- Debemos tener fe en Jesús para recibir sanidad y salvación, como lo demuestra el pasaje de Mateo 8:2-26. En Marcos 11:22-24, Jesús enseña que si tenemos fe en Dios y no dudamos en nuestro corazón, podemos pedir cualquier cosa y se nos concederá. En Hechos 4:10-12, Pedro habla del nombre de Jesús como el único en que podemos recibir salvación y sanidad.
5.- El poder y la autoridad de Jesús para liberar a las personas se ilustra en el pasaje de Mateo 8:2-26. En Mateo 28:18-20, Jesús enseña que toda autoridad le ha sido dada en el cielo y en la tierra, y que por tanto podemos ir y hacer discípulos en su nombre. En Hechos 10:38, Pedro destaca cómo Dios ungió a Jesús con el Espíritu Santo y con poder, para hacer el bien y sanar a todos los oprimidos por el diablo.
6.- Jesús no tenía dónde recostar la cabeza porque su enfoque estaba en el servicio a los demás y no en los placeres terrenales. En Mateo 19:21, Jesús le dice a un hombre rico que venda todo lo que tiene, para luego seguirle y obtener el tesoro en el cielo. En Filipenses 2:5-8, Pablo enseña que debemos tener la misma actitud de Jesús, quien se despojó de su gloria para servirnos humildemente y obedecer hasta la muerte.
CONCLUSION:
La historia de la sanación del hombre con lepra en Mateo 8:1-4 es una muestra más del amor, poder y compasión de Jesús hacia las personas. Este pasaje nos enseña la importancia de tener fe en Jesús y confiar en su capacidad para sanar nuestras enfermedades físicas, emocionales y espirituales. Además, nos muestra que la fe verdadera se demuestra en la acción, en este caso, la acción del hombre con lepra que se acercó a Jesús.
Al conocer a Jesús de manera personal a través de la lectura de la Biblia, podemos tener una comprensión más profunda de su carácter, sus enseñanzas y su obra en la cruz. La Biblia nos revela quién es Jesús, su amor incondicional por la humanidad y su poder para transformar vidas. A través de una relación personal con Jesús, podemos encontrar paz, esperanza y propósito en la vida.
En resumen, conocer a Jesús en una relación personal a través de la lectura de la Biblia es fundamental para nuestra vida cristiana y nuestra relación con Dios. La historia de la sanación del hombre con lepra en Mateo 8:1-4 nos muestra el poder y la compasión de Jesús y nos invita a acercarnos a él con fe y humildad.
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