Cristo te ama

Efesios 5.- Un llamado a la unidad

VERSICULO PARA MEMORIZAR:
Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de laplenitud de Cristo.
Efesios 4:13

BASE BÍBLICA:
4 1 Yo, pues, prisionero del Señor, os ruego que viváis de una manera digna de la vocación con que habéis sido llamados,
2 con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándoos unos a otros en amor,
3 esforzándoos por preservar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.

4 Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también vosotros fuisteis llamados en una misma esperanza de vuestra vocación;

5 un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo,
6 un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos.

7 Pero a cada uno de nosotros se nos ha concedido la gracia conforme a la medida del don de Cristo.

8 Por tanto, dice: CUANDO ASCENDIÓ A LO ALTO, LLEVÓ CAUTIVA UNA HUESTE DE CAUTIVOS, Y DIO DONES A LOS HOMBRES.
9 (Esta expresión: Ascendió, ¿qué significa, sino que Él también había descendido a las profundidades de la tierra?
10 El que descendió es también el mismo que ascendió mucho más arriba de todos los cielos, para poder llenarlo todo.) 

11 Y Él dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros,

12 a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo;
13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
14 para que ya no seamos niños, sacudidos por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina, por la astucia de los hombres, por las artimañas engañosas del error;
15 sino que hablando la verdad en amor, crezcamos en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo,
16 de quien todo el cuerpo (estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas proveen), conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produce el crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor. 

INTRODUCCIÓN:
La razón fundamental por la que debe prevalecer la unidad en todos los aspectos y en todas sus facetas es: “que viváis de una manera digna de la vocación con que habéis sido llamados”. Teniendo en cuenta esa vocación, y su naturaleza (Quien es el que nos ha llamado a esa vocación) nos debe resultar fácil menguar en aras de la unidad y del bien común.

I. UNIDAD EN LAS RELACIONES FRATERNALES
vv. 1-3 En Efesios no hay, como en otras cartas, señales claras de que hubiera conflictos entre los creyentes de ese lugar (en Filipenses dice: “Ruego a Evodia y Síntique que sean de un solo sentir”); sin embargo, el llamado a que haya unidad en las relaciones fraternales nunca está de más.

“Humildad y mansedumbre” nos habla del carácter que debemos tener. Decidir voluntariamente someter nuestro carácter; nunca ponernos por encima de los demás; considerar a los demás como superiores a nosotros mismos.

“Con paciencia y soportándoos unos a otros” nos habla acerca de la actitud que debemos tener hacia los demás. Ciertamente no todos somos iguales, ni pensamos lo mismo, ni nos gusta lo mismo, pero es ahí, en las diferencias, en cómo es que las manejamos, donde podremos dar evidencia de nuestra madurez y de nuestro avance en el Señor.

“Esforzándoos por preservar la unidad” nos habla de que no es fácil ni sencillo. Requiere esfuerzo, trabajo y dedicación. Debemos empeñarnos en que la unidad prevalezca por sobre todas las cosas.

II. UNIDAD EN LA FE (DOCTRINA)
vv. 4-6 Otro aspecto fundamental en donde debe prevalecer la unidad es en la fe, en la doctrina, es decir, en lo que creemos. Un solo Señor: Jesús. Una sola fe: sólo Cristo salva. Un bautismo: por inmersión en agua. Un solo Dios y Padre: el Señor de los Ejércitos, Creador del cielo y de la tierra.

No hay nada más que agregar. Ni nada que quitar.
Mantener la fe pura es tarea de todos los creyentes en Cristo Jesús. El mensaje ha de permanecer intacto, inmutable; el día de hoy sigue siendo un mensaje vigente para cada uno de nosotros. No hay necesidad de ajustarlo o cambiarlo.

III. UNIDAD EN LA DIVERSIDAD DE MINISTERIOS
vv. 7-12 Otra vez, en Éfeso (a diferencia de lo que sucedía en Corinto) parece no haber mayor problema por el uso de los dones espirituales y las funciones que cada uno de los creyentes desempeñaban, pero la advertencia y recomendación nunca sale sobrando.

“Nos ha sido concedida la gracia conforme a la medida del don de Cristo”. En Corintios dice: “El Espíritu reparte a cada uno como Él quiere”. Los dones, por tanto, las funciones a desempeñar, han sido asignadas por el Señor, por lo que nadie debe “sentirse” más que los demás; ni tampoco menos.

Entender que los dones y las funciones en el cuerpo de Cristo son para edificar a todos los creyentes nos ayudará a valorar el trabajo de cada miembro y también a valorarnos a nosotros mismos, cada quién ocupando su lugar.

IV. UNIDAD EN EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL
vv. 13-16 Debemos ocuparnos en que todos vayamos avanzando, creciendo, desarrollándonos, hasta llegar a la “estatura de la plenitud de Cristo”. La “vara” está alta. El crecimiento tiene que ser en Aquel que es la cabeza, Cristo. Todos debemos desarrollar, por un lado, ese deseo de ir creciendo, de ir avanzando de una manera constante y permanente, pero a la vez tenemos que “ver” a nuestro alrededor y hacer lo que está a nuestro alcance para que los demás también vayan en ese ascenso permanente en su vida.

APLICANDO ESTE ESTUDIO A MI VIDA
1. Describe en tus propias palabras ¿qué significa para ti vivir una vida digna de la vocación a la que hemos sido llamados?
(Filipenses 3:13-14, Efesios 4:13)
2. ¿Cuánto te falta para llegar a ese nivel?
(Mateo 24:13, 2 Timoteo 2:15)
3. ¿En cuál de las siguientes características necesitas trabajar más: humildad, mansedumbre, paciencia, soportar a los demás?
(Efesios 4:15, Salmos 37:11, Efesios 4:2)
4. ¿Qué puedes hacer para crecer en ese o en esos aspectos?
(Hebreos 13:6)
5. ¿Estás firme en lo que crees?
(1 Corintios 10: 12-13, Juan 14:26)
6. Cuando tienes alguna duda o alguna pregunta referente a la fe (doctrina) ¿a quién acudes?
(1 Corintios 2:10)
7. ¿Valoras el trabajo en el ministerio de quienes colaboran en él? ¿Se los haces saber?
(1 Tesalonicenses 5:12-13)
8. ¿Colaboras tú? ¿Valoras tú mismo lo que estás haciendo en la obra de Dios?
(Efesios 2:10, Tito 3:8)
9. ¿Qué has hecho esta semana para llegar a la “estatura de la plenitud de Cristo”?
(Apocalipsis 22:10)

CONCLUSIÓN
Todos hemos recibido un llamamiento a una vocación muy especial; tenemos que vivir de acuerdo a esa vocación. El bienestar común se ha de convertir una prioridad para cada uno de nosotros. Las relaciones fraternales, la fe (doctrina), las funciones y responsabilidades de cada uno dentro de la congregación, y el crecimiento constante son sólo algunos de los aspectos que debemos cuidar.

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