Cristo te ama

Bastate en mi Gracia

Bastate en mi Gracia
Por Ana Maria GT
Sept. 9, 2010
“Bastate en mi gracia”, fue lo que El Señor le contestó a Pablo, después de que Pablo le rogó tres veces al Señor para que le quitara el aguijón que había en su carne. Una espina en la carne duele, y nunca la queremos dejar ahí, pero Dios tenía un propósito para dejarle el aguijón a Pablo. Y a cambio de quitárselo El Señor le dijo:
Bastate en mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad. (2 Cor. 12:9a)
Todos hemos recibido o recibiremos alguna espina dolorosa que quedará clavada en el corazón. Esta puede ser cuando muere un ser querido, cuando el socio o nuestro mejor amigo nos traiciona, cuando nuestros padres nos abandonan, cuando el cónyuge es infiel, por una mala decisión de un hijo rebelde, por la pérdida de un negocio que nos costó mucho esfuerzo, por una enfermedad que parece incurable, etc….
Jesucristo es especialista en sanar las heridas del corazón, El vino a sanar a los quebrantados de corazón, y el tiene el poder para sanar las héridas. Pero habrá ocasiones en las que Él decida dejar el aguijón en la carne.
Pablo entendió cual era el propósito de Dios cuando dijo:
7Y dada la extraordinaria grandeza de las revelaciones, por esta razón, para impedir que me enalteciera, me fue dada una espina en la carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca. (2 Cor. 12:7)
Pablo sabía la forma en que Dios estaba obrando en su vida, cuando era Saulo, antes de conocer al Señor era orgulloso y soberbio, inclusive perseguidor de cristianos, pero un solo toque de Jesucristo en su vida lo hizo que reconociera su posición. Reconoció su debilidad cuando vió la grandeza de Jesucristo. Y entonces, empezó a declarar que cuando es débil, ENTONCES es fuerte por el poder de Dios. Y declaró:
Por tanto, muy gustosamente me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí. (2 Cor. 12:9b)
No hay nadie que nos conozca mejor que nuestro Creador, y el sabe lo que nos conviene. Si tienes todavía un aguijón clavado en tu corazón, y le sigues pidiendo a Dios que lo quite de ti, escuchalo hoy diciendote lo mismo que a Pablo. Es cuando nos sentimos débiles o dolidos, porque alguien o alguna situación quebrantó nuestra “vida perfecta”, que hemos sido humillados por estar enaltecidos, que tenemos la necesidad de buscar y apoyarnos en algo mucho mas grande que nosotros mismos. Es en los momentos de dolor que hemos ido a buscar al Señor y lo hemos conocido de una manera personal donde nos ha revelado las verdades del Reino y de quien ES EL, que podemos darnos cuenta que teníamos que haber pasado por esa situación para encontrarnos con El.
Dios nos ama, y tiene el poder para sanar cualquier herida, causada por nosotros mismos como consecuencia al tomar una mala decisión; o causada por alguien o algo mas. No importa, la hérida ahí esta y duele, el aguijón sigue clavado, y cualquier cosa nos recuerda y nos remuele ese aguijón. Sé que quisieras que Dios te lo quitara y te sanara completamente, pero solamente Cree que Dios tiene un propósito por el cual ha decidido dejarlo ahí. Dios quiere que te sientas débil para que sigas dependiendo de El, de buscarlo todo el tiempo y entonces en EL, serás fuerte. Y la fortaleza que Dios nos da, permitirá que podamos comprender con compasión a otros que también tienen ese mismo aguijón clavado, y darles la esperanza en Dios.
Recuerda que en este mundo estamos de pasada por unos cuantos años. Pero nos espera la eternidad en el Cielo con nuestro Señor Jesus, donde ya no habrá mas llanto ni dolor, y El personalmente limpiará de nuestra cara cada lágrima que hayamos derramado. Gózate en el Señor, Bastate en su Gracia, y Confia en que Él tiene un propósito para dejarte ese aguijón.

Enter your Email Address

6 Responses to Bastate en mi Gracia

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *