Cristo te ama

¿Son cristianos los católicos?

Por Ana Maria GT
Febrero 18, 2011
Esta es una pregunta que cada quien debiera responder. Lo que si, es que hay evidencias claras que demuestran la verdad. Cuando tenemos un encuentro personal con Jesucristo, nos arrepentimos de nuestro pecado y lo recibimos en nuestro corazón confesándolo como único y suficiente Salvador y Señor, Dios Padre envía el Espiritu Santo, el Espiritu de Jesus a morar en nosotros para guiarnos a toda la Verdad de la Palabra de Dios. Nacemos de nuevo, del Espíritu y empezamos a tener mucha hambre de su Palabra, queremos conocerlo más, y Su Palabra es alimento para nuestro espíritu. Pablo lo dijo muy bien a los corintios, la Palabra de Dios es leche para el recién nacido o infante (espiritual) y alimento sólido o carne para el maduro espiritual. Pedro también dijo que desearamos como niños recién nacidos la leche pura de la palabra.
El Espiritu Santo permite que comprendamos y discernamos lo que Dios dice. Porque, quien entiende las cosas del hombre sino el hombre mismo, y quien entiende las cosas de Dios, sino el Espiritu de Dios que El ha hecho morar en nosotros. Por el cual podemos hablar con Dios y clamarle “Abba, Papá, Padre”. Es solamente por medio del Espiritu Santo que podemos tener una comunión con Dios, el Dios Verdadero. Hay muchas personas que dicen creer en Dios, pero también los demonios creen y tiemblan. No se trata de creer en Dios, sino de tener una relación con El por medio del Espiritu y La Palabra, obedeciendo lo que El dice. Realmente buscar ser hacedores de la Palabra y no solamente oidores engañándonos a nosotros mismos.
Cuando el Espíritu Santo nos guía a escudriñar, leer y meditar en la Biblia, empezamos a entender claramente lo que a Dios le agrada y lo que no le agrada. Podemos ver como tantas personas normales, comunes y corrientes fueron transformadas por el poder del Espiritu Santo cuando creyeron en Jesus. Podemos comprender con claridad y aprender de todos los errores que el pueblo de Dios cometió, para no volverlos a cometer. La Biblia es clara, y si nos decimos cristianos y no leemos, meditamos y obedecemos a Dios estamos siendo incongruentes y hasta piedra de tropiezo para muchos.
Si decimos que somos cristianos, no de religión, sino verdaderos creyentes seguidores de Cristo, debemos andar como El anduvo. Debemos buscar morir a nosotros para que Él crezca, debemos amar a Dios por sobre todas las cosas, con todo nuestro corazón, mente, alma, cuerpo y con todas nuestras fuerzas. Debemos obedecer el mandato que nos dejó, de ir y predicad el Evangelio a toda creatura, para el que crea y sea bautizado sea salvo. Debemos tumbar todos los altares que tengamos que están ocupando el lugar que solo El merece. Digase fama, poder, dinero, mente, estatuas, medallas, ídolos de cualquier tipo. Debe ser El nuestro Rey, sentado en el trono de nuestro corazón. Si queremos que el Reino de Dios venga a nuestra vida, lo primero que debemos hacer es sentarlo a El en el trono; porque en el Reino de los Cielos, Jesucristo es el Rey y Señor.
Al conocer y obedecer su Palabra dejamos de ser ignorantes y entendemos el Salmo 115, donde sabemos que nuestro Dios esta en los cielos, y El hace lo que le place. Los ídolos de ellos, que no conocen a Dios, son de oro, plata, madera y cerámica, obras de manos de hombres…. tienen ojos pero no ven, tienen oidos pero no escuchan, tienen boca y no hablan, tienen pies pero no caminan; los tienen que cargar en hombros para llevarlos de un lado a otro. Entenderíamos también que los muertos ya nada saben de lo que esta bajo el sol y dejaríamos de tener comunicación con ellos, porque sabemos que eso desagrada a Dios. Dejaríamos de hacer misas para los difuntos, porque sabemos que al morir estarán en el cielo si recibieron a Cristo o en el infierno si lo rechazaron; y ya no hay nada mas aquí en la tierra que nosotros podamos hacer por ellos.
Si conociéramos a Dios, dejaríamos de llamar Padre Santo a un hombre, porque sabemos que Padre Santo (espiritual) solamente hay uno, y ese es Dios mismo. Todos tenemos un padre o papá carnal, pero Padre espiritual, solamente Dios, dejariamos de llamar Padres a los hombres. Confiaríamos en lo que Jesus nos dijo, que enviaría al Espiritu Santo y no a un hombre, para guiarnos a la Verdad de Su Palabra.
Sabríamos que Dios es el alfa y el omega, el principio y el fin, que el ES y siempre ha existido, El creo todas las cosas y creaturas, por lo que sabríamos que él no tiene una madre. El es Dios y esta por sobre todas las cosas, El es el Creador y solamente se hizo parte de su creación en la persona de Jesucristo. Reconoceríamos a Maria, bendita entre las mujeres, quien Dios escogió para que fuera la madre de Nuestro Señor Jesucristo como una creatura bienaventurada pero no como una diosa capaz de hacer milagros. Reconoceríamos que fué una mujer humilde y sencilla que dijo: “Hagan todo lo que El les diga”, y reconoció que ella también necesitaba un Salvador. Sabríamos que María jamás vendría y aparecería nuevamente (con varios nombres) para que la adoraran a ella pidiendo que le levanten altares, basílicas y templos. La verdadera María siempre le dió la gloria, la adoración, la alabanza y el reconocimiento al Unico que verdaderamente lo merece, Dios: Padre, Hijo Jesucristo, y Espiritu Santo. Jamás se haría llamar mediadora, intercesora, señora y salvadora; queriendo ocupar el lugar que solamente le corresponde a Jesucristo, como Unico Mediador (entre Dios y los hombres), Salvador y Señor. El se llama Jesucristo, y es Rey!.
Al leer los libros de Reyes, Crónicas, Isaías, Jeremías, Salmos, etc., comprenderíamos lo abominable que es para Dios el levantar estatuas de todo tipo que son hechas por manos de hombres. Leeríamos una y otra vez como los hombres hacían lo malo delante de Dios al levantarse dioses en esculturas de oro, plata y madera tallada. Dios no dará su gloria a nadie, y mucho menos a imágenes talladas. Si todavía tenemos en nuestras casas estatuas rodeadas de veladoras y flores, y nos persignamos y les rezamos, es que todavía no nos ha amanecido. El es Dios, esta vivo, tiene ojos para vernos, oidos para escucharnos, y hasta el dia de hoy nos habla por medio de Su Hijo Jesucristo, la misma Palabra de Dios escrita y hecha hombre, para dar testimonio de que El es la Verdad. Es Jesucristo de quién habló Moisés y los profetas. Es el mismo Dios de Abraham, Isaac y Jacob, el Unico Dios Verdadero creador del cielo y de la tierra. El único que es omnipotente (todo lo puede), omnisciente (todo lo conoce) y omnipresente (esta en todos lados).
Entonces…. la misma pregunta, son cristianos los católicos? La evidencia es clara, Jesús dijo que sus seguidores lo amaríamos, y el amor se lo demostraríamos al guardar su Palabra. Antes de poder guardarla y obedecerla, debemos conocerla. Conoces la Palabra de Dios, lees la Biblia? Asistes a algún lugar donde se predique la Palabra de Dios y no doctrinas y rituales de hombres? Tienes hambre de El? Has nacido de nuevo? Del Espiritu de Dios?
Oramos para que Dios Padre te de la Revelación de quién es Jesucristo. Solamente El basta. Beberás del agua que Él te dará, jamás volverás a tener sed, y brotará de ti una fuente de agua que brota para vida eterna. Dios bendiga tu vida y la de tu familia desde hoy y para siempre.

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