Cristo te ama

Efesios 3.- Un llamado a la gratitud

VERSICULO PARA MEMORIZAR:
Pero ahora en Cristo Jesús vosotros, que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido acercados por la sangre de Cristo.
Efesios 2:13

BASE BÍBLICA:
11 Recordad, pues, que en otro tiempo vosotros los gentiles en la carne, llamados incircuncisión por la tal llamada circuncisión, hecha por manos en la carne,
12 recordad que en ese tiempo estabais separados de Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel, extraños a los pactos de la promesa, sin tener esperanza, y sin Dios en el mundo.
13 Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros, que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido acercados por la sangre de Cristo.
14 Porque Él mismo es nuestra paz, quien de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación,
15 aboliendo en su carne la enemistad, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un nuevo hombre, estableciendo así la paz,
16 y para reconciliar con Dios a los dos en un cuerpo por medio de la cruz, habiendo dado muerte en ella a la enemistad.
17 Y VINO Y ANUNCIÓ PAZ A VOSOTROS QUE ESTABAIS LEJOS, Y PAZ A LOS QUE ESTABAN CERCA;
18 porque por medio de Él los unos y los otros tenemos nuestra entrada al Padre en un mismo Espíritu.
19 Así pues, ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino que sois conciudadanos de los santos y sois BASE BÍBLICA de la familia de Dios,
20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular,
21 en quien todo el edificio, bien ajustado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor,
22 en quien también vosotros sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.

INTRODUCCION
Los versículos 11 y 12 empiezan con la misma instrucción: recordad. Al seguir esta instrucción y hacer memoria de la obra de Cristo a favor nuestro y de los beneficios que por medio de ella hemos obtenido, lo único que podemos hacer es elevar una palabra de gratitud delante del Señor. Siguiendo la recomendación del mismo Pablo, cuando escribía: “dad gracias en todo”, podemos decir: GRACIAS:

I. GRACIAS POR LA SANGRE DE CRISTO
vv. 11-13 La sangre de Cristo ha venido a cambiar de una manera total y categórica la vida de los creyentes en Éfeso. El resumen de la vida pasada de los efesios: gentiles de la carne, incircuncisos, separados, excluidos, extraños, sin esperanza, sin Dios, alejados. “Pero ahora en Cristo Jesús… habéis sido acercados por la sangre de Cristo”.

No importa cuál sea nuestro origen o nuestro pasado. Como se trata de una experiencia personal con Jesús, así hayamos nacido en un hogar cristiano, el “currículum” de cada uno de nosotros es idéntico al de los de Éfeso; el destino que parecía llevábamos tenía un final aterrador. Recordar que hemos sido acercados por la sangre de Cristo nos debe de arrancar un ¡GRACIAS!

II. GRACIAS POR SU PAZ
vv. 14-18 Cristo es el Autor y la Causa de la paz. Sólo Él hace posible la paz (Romanos 5:1). Esta paz la podemos ver de las siguientes maneras:
• “De ambos pueblos hizo uno”: judíos y gentiles no se relacionaban entre sí, tenían diferente objeto de adoración; quienes hemos reconocido a Jesús como Señor y Salvador hoy adoramos al mismo Dios, nos gozamos en el mismo Salvador, disfrutamos la misma redención y tenemos la misma esperanza.
• “Derribando la pared intermedia de separación”: la ley de Moisés con sus ordenanzas y ritos no estaba al alcance de los gentiles; Cristo vino a derribar esa barrera que separaba a judíos y gentiles.
• “Aboliendo en su carne la enemistad, la ley”: la ley de Moisés condenaba al pecado y al pecador, no proveía de un Salvador. La carta a los Hebreos explica amplia y detalladamente la necesidad del sacrificio de Cristo y de una nueva ley.
• “Para reconciliar con Dios”: finalmente, el hombre puede sentirse en paz con Dios; aquello que nos separaba de Él ha sido vencido en la cruz.

III. GRACIAS PORQUE SOMOS FAMILIA DE DIOS
vv. 19-22 Al ya no ser extranjeros ni advenedizos, ahora podemos gozar de los privilegios y de los beneficios de ser ciudadanos. Somos hijos participantes y no simples espectadores o visitantes; somos miembros verdaderos de la familia de Dios.

La familia de Dios ha de permanecer siempre de pie, firme, inconmovible, porque somos “edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular”. Con este fundamento podemos descansar, sabiendo, que aunque caigan lluvias, vengan ríos y vientos golpeen, habremos de permanecer.

“Todo el edificio, bien ajustado” es un noble concepto de la hermandad que debe producir Cristo en cada uno de nosotros. El poder transformador del Evangelio cambia la disposición y el corazón de las personas; ahora, al gozar de la salvación, somos parte de ese glorioso templo, la santa habitación de Dios, donde mora el Espíritu Santo.

APLICANDO ESTE ESTUDIO A MI VIDA
1. ¿Han sido tus pecados lavados en la sangre de Cristo?
(Romanos 5:8, Hebreos 9:22)
2. ¿Qué sentimiento o actitud produce en ti recordar de dónde te ha rescatado el Señor?
(Efesios 2:13-14, Salmos 31:19)
3. ¿Estás hoy en paz con Dios?
(Romanos 5:1)
4. ¿Experimentas esa paz en tu vida a pesar de las adversidades que presenta la vida?
(Josué 1:5)
5. ¿Eres parte de la familia de Dios?
(Efesios 2:19)
6. ¿Es Cristo el fundamento de tu vida?
(Efesios 2:20)
7. Cuando llegan las tormentas de la vida, ¿permaneces firme?
(Filipenses 4:13, Salmos 3:3-4)

CONCLUSIÓN
Constantemente hemos de estar recordando la obra de Cristo y sus beneficios; al hacerlo, seamos agradecidos. Gracias a Dios, por la sangre de Cristo podemos sabernos limpios de pecado. Gracias a Dios hoy podemos disfrutar de esa paz para con Él, que solo Cristo puede darnos. Gracias a Dios porque somos parte de su familia, hijos, herederos de la promesa y coherederos con Cristo.

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