Cristo te ama

Estudio 14.- Mentor Pablo

BASE BÍBLICA:
2 Timoteo 1:2
2 “A Timoteo, amado hijo: Gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor”..

INTRODUCCIÓN:
Pablo, aunque no fue el padre de Timoteo, sí fue su mentor espiritual. Timoteo era hijo de una mujer judía y su padre era griego. “Y estaba allí cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego” (Hechos 16:1). Su madre era una mujer judía que se convirtió al cristianismo al predicarle el evangelio. También la abuela de Timoteo era judía, y le había instruido en su niñez las Sagradas Escrituras (2 Timoteo 1:5, 3:14-15).

¿Qué es un mentor?
Según el Diccionario de la lengua española, es “consejero, guía o maestro, padrino”. Aunque queda corta esta definición, la podríamos expandir con la siguiente: “Es la persona que transmite los conocimientos adquiridos durante años de experiencia a un discípulo o aprendiz. Hace de consejero, inspirador y motivador.
Los grandes objetivos del mentor son guiar, desafiar, estimular y potenciar el talento de su discípulo a nivel profesional y personal”.

Sabemos que Timoteo fue enseñado desde niño en la Palabra de Dios por su abuela y su madre. Sin embargo, su padre griego estuvo ausente de todo el escenario. Lo que podemos decir es que no interfirió en la enseñanza de su madre a Timoteo sobre la religión judía, lo cual es digno de mencionar. Pero, por otro lado, no estuvo interesado en convertirse al judaísmo como tampoco al cristianismo. Es decir, nunca le dio enseñanzas en la fe a su hijo Timoteo. Y es aquí donde entra el papel de mentor del apóstol Pablo.

Pablo como mentor
El apóstol Pablo por supuesto que no era el padre de Timoteo; se dice que era soltero o viudo (1 Corintios 7:7-9). No obstante, en muchas ocasiones se refirió a este como “su hijo” “o su hijo amado”. Para Pablo, era su “hijo en la fe”: “A Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor” (1 Timoteo 1:2).

Por lo tanto, el apóstol Pablo, en ausencia del interés de su padre griego y para continuar la enseñanza de su abuela y madre, toma a Timoteo como hijo suyo al ser su mentor; de esta forma, le transmitió enseñanzas de la vida en Cristo en importantes aspectos de los cuales resaltan:

1. La enseñanza sobre el dinero
“Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, por el cual, codiciándolo algunos, se extraviaron de la fe y se torturaron con muchos dolores” (1 Timoteo 6:10; contexto: 1 Timoteo 6:8-11). Pablo le instruyó sobre el dinero y los bienes a Timoteo. Le dejó claro, al igual que lo hizo el Señor Jesús, que nunca el dinero debe ser a quien servimos —ya que se volvería una deidad y nos someteríamos a este— sino solo al Señor Dios, quien merece toda gloria (Mateo 6:24). De hecho, en la Palabra existe una lección sobre cómo el dinero llega a controlar a alguien y dejar de lado la vida eterna que Dios desea darnos (Mateo 19:16-22). Pablo le exhorta, como su hijo, a huir del amor al dinero “Pero tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la perseverancia y la amabilidad” (1 Timoteo 6:11).

2. La enseñanza sobre las pasiones
“Huye, pues, de las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que invocan al Señor con un corazón puro” (2 Timoteo 2:22). Contrario a lo que el mundo aconseja de vivir una vida libertina y desenfrenada en cuanto al sexo, Pablo guía a su hijo Timoteo a guardarse en castidad y lejos de las tentaciones propias de su edad. Sabemos que al ser uno joven se siente que gobierna todo y se siente capaz de hacer cualquier cosa, pero el Señor demandará las acciones contrarias que se hayan hecho contra su voluntad (Eclesiastés 11:9). La juventud está llena de vida y anhelos, pero hay que saber conducirse en ella. El tema del sexo es clave en nuestros hijos, pues de él depende la vida que tendrán en el futuro para unirse en matrimonio y formar un hogar. El apóstol le deja muy claro que se aleje de esas pasiones juveniles y se una en comunión a jóvenes que teman al Señor y le busquen genuinamente.

3. La enseñanza sobre la valentía
“Por lo cual te recuerdo que avives el fuego del don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1:6-7).

En la iglesia en la que servía Timoteo se habían infiltrado falsas enseñanzas sobre la resurrección por parte de Himeneo y Fileto, por lo cual Pablo lo instruye a que con valor reprenda estas doctrinas, siempre presentándose como obrero aprobado de Dios que usa con precisión la Palabra de Dios sin torcerla (2 Timoteo 2:14-18). También le alienta a que nadie menosprecie su juventud como un líder joven de su comunidad, sino que enseñe y exhorte “Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción” (2 Timoteo 4:2; véase también 1 Timoteo 4:11-13). Pablo lo motiva fuertemente a ser valiente y esforzado ante la responsabilidad que tenía, ya que estaba siendo respaldado por Dios y por él como apóstol y mentor.

PREGUNTAS PARA REFLEXIÓN
1. ¿Has notado que las cosas que hace un mentor se asemejan mucho a las que realiza un padre?
2. ¿Abordas temáticas similares con tus hijos, como lo hizo Pablo con Timoteo?
3. ¿Algo te impide dar enseñanza bíblica a tus hijos si tu cónyuge no es cristiano como el padre de Timoteo?
4. ¿Sabías que un niño huérfano o que sufrió un divorcio en su hogar ahora tiene la dicha de conocer a Dios como su Padre celestial por medio de Jesucristo?
5. ¿Ha inquietado el Señor tu corazón para ser el mentor de un niño o un joven?

CONCLUSIÓN
Pablo siempre animó, inspiró y edificó a Timoteo con su conocimiento del Señor y sus experiencias. Fue un mentor de Dios para él en una de las etapas más importantes de la vida: la juventud. “¿Cómo puede el joven guardar puro su camino? Guardando tu palabra” (Salmos 119:9).

Aunque no fue su padre terrenal, tomó este rol con una autoridad y responsabilidad impresionantes. Pablo expresó su amor y comprensión, y le transmitió la verdad de Dios con toda dignidad a Timoteo. Dios es fiel en que, aunque un padre o una madre abandonen su puesto, Él se compromete a hacer algo por los niños o jóvenes que quieran andar en sus caminos enviándoles un mentor: “Porque aunque mi padre y mi madre me hayan abandonado, el Señor me recogerá” (Salmos 27:10).

 

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14PABLO

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