Cristo te ama

Adan PDF a TXT

ESTUDIO 1.
ADÁN.

BASE BÍBLICA:
Génesis 4:1-2
1 “Y el hombre conoció a Eva, su mujer, y ella
concibió y dio a luz a Caín, y dijo: He adquirido
varón con la ayuda del Señor. 2 Después dio a luz
a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas y
Caín fue labrador de la tierra”.

INTRODUCCIÓN:
Adán (en hebreo ’adham, de la tierra, o tomado de la tierra roja),
junto a su mujer, Eva, fueron los primeros habitantes de la
tierra. A Adán se le dio autoridad y dominio sobre toda ella, lo cual perdió al desobedecer a Dios atendiendo la voz de su mujer (Génesis 3:17), instrucción que el Señor le había dado mucho antes de que la creara para él. Adán recibió directamente esta ordenanza la cual mantenía una relación de pacto entre él y su Creador (Génesis 2:15-17), que era de armonía y comunión plena. Por esta razón, como varón también fue llamado a pedir cuentas de su desobediencia (Génesis 3:9-10).

Tengamos en cuenta que la responsabilidad de la
armonía con Dios recaía en Adán, porque a él se
le dio la instrucción de no comer del árbol de la
ciencia del bien y del mal antes de que Eva fuera
creada de su costilla (Génesis 2:21).
Seguramente Adán fue quien le dijo a Eva lo que el Señor le
había instruido sobre qué árbol del huerto comer
y de cuál no.
Al recibir la sugerencia de su mujer a comer del
árbol, Adán debió negarse. Sin embargo, sucumbió
porque amaba a su mujer y atendió su voz
en vez de la del Señor. Fue a Adán a quien se le
entregó el huerto para que lo trabajara y cuidara.
Su relación terminó al hacer caso omiso de comer
del fruto, que Eva le convidó, diciéndole que era
de la ciencia del bien y el mal. Eva fue engañada
por Satanás, pero Adán traicionó a su Creador.

Perfil de Adán
Adán ocultaba sus transgresiones. “¿Acaso he cubierto mis transgresiones como Adán, ocultando
en mi seno mi iniquidad?” (Job 31:33). Adán traicionó el pacto, es decir, la manera en que se relacionaba con el Señor en el huerto por medio de la
obediencia: “Pero ellos, como Adán, han transgredido el pacto; allí me han traicionado” (Oseas 6:7). Trasgredir es actuar en contra de una ley, norma, pacto o costumbre. Adán no mostró ningún
remordimiento por haber desobedecido al Señor.

“El que encubre sus pecados no prosperará, más el
que los confiesa y los abandona hallará misericordia” (Proverbios 28:13).

Los primeros hijos de Adán
Los primeros hijos de Adán y Eva fueron Abel y
Caín. Sobre Abel podemos decir que era un hijo
sometido a sus padres y obediente. Sin embargo,
de Caín no podemos decir lo mismo. Enfocándonos en Caín, la Palabra nos dice que sus obras eran
malas y las de su hermano, justas (1 Juan 3:11-12). Nótese “las obras” en plural. La muerte de Abel fue el
final de una serie de cosas injustas que hacía Caín,
tal vez desde niño, las cuales Adán nunca tuvo el
tiempo de dedicarse a corregir (Proverbios 29:17).

Seguramente, el trabajo de Adán de cultivar la
tierra, después de que fue expulsado del paraíso,
pasó de ser un deleite a ser una carga y extenuante;
se afanó mucho por trabajar con el sudor de su
frente. Ahora, fuera del paraíso, estaba tan lleno
de preocupaciones por el futuro, que no puso la
correcta atención a sus hijos (Génesis 3:19).

El pecado de Caín
En un sistema de tributo al Señor de ese tiempo,
Abel y Caín llevaron ofrendas ante Él (Génesis 4:1-8).
Fue acepta la ofrenda de Abel, pero la de Caín
fue rechazada (Hebreos 11:4). La ofrenda de Caín
era escasa en comparación a la de su hermano.
No escasa en cantidad, sino que era escasa por
el concepto que tenía de Dios, porque a quien se
la ofreció no le dio la importancia que debía. La
cosecha de Caín no era la mejor; en cambio, los
animales de Abel sí lo eran, porque honraban a
Dios (Génesis 4:4).

El Señor advirtió el semblante de Caín, pero no
su padre Adán (Génesis 4:5), por lo cual estaba
totalmente ausente de la vida de sus hijos o solo se
concentraba en uno de ellos. Para Adán, el caso
de Caín podría ser tan difícil que no metía mano
al ver su estado de ánimo molesto.

Llegó el día en que Caín no se contuvo y mató a
Abel, dejándose dominar por el pecado que yacía
en la puerta (el cual sería la muerte de su hermano)
(Génesis 4:7). Adán, de haberse preocupado por
el ánimo de Caín, lo hubiera interrogado para saber
qué le sucedía. Mas no fue así.

Tal vez si Adán hubiera corregido a detalle cada
mala obra que surgía de Caín desde su infancia,
este no hubiera sido llenado tan rápidamente con
la idea de matar a su propio hermano. Hubiera
pensado: es una idea ridícula, y la habría desechado
de su mente.

Lo interesante es que Caín sí percibía la voz del
Señor, a pesar de la ofrenda que presentó. Esto
significa que había oportunidad de enmendar por
parte de los consejos de Dios, aunque su padre
no estuviera atento a ello. Tuvo la misma oportunidad
que su padre Adán de arrepentirse, pero
tampoco lo hizo. El pecado lo engañó y le dio la
espalda a Dios.

Hablando a favor de Adán como padre
Podemos decir de Adán algo bueno. Les dio oficios a
sus hijos para que no fueran holgazanes en
el hogar (Proverbios 19:15, 2 Tesalonicenses 3:10).
Amboshijos tenían oficios en el campo “Después dio a luz
a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas,
y Caín fue labrador de la tierra” (Génesis 4:2). Adán,
como su padre, les enseñó la labor de ambas actividades
para sostenerse en la vida y cooperar en
la casa. En el presente, podríamos decir que un
padre les dio carrera profesional a sus hijos para
valerse en la vida, lo cual es loable hasta cierto
punto, pero no atendía sus necesidades personales
o cómo se relacionaban con Dios, su Creador.

Hablando en contra de Adán como padre
Adán es un hombre que echa culpas (Génesis 3:12).
Le da la responsabilidad del acto a Eva, y a la
vez al Señor, quien se la da por compañera. Por
otro lado, deja a su propio hijo en sus errores sin
intentar hablar con él. Esto podría reflejarse en la
respuesta que tuvo Caín hacia Dios. “Entonces el
Señor dijo a Caín: ¿Dónde está tu hermano Abel?
Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guardián de
mi hermano?” (Génesis 4:9).
Es decir, “Nadie ha tenido atenciones hacia mí; ¿por qué
habría de ser guardián de mi hermano?”.

Ser guardián, según el Diccionario de la Lengua
Española, es “guardar o vigilar algo o alguien”, y
vigilar es “Observar atentamente a una persona o
cosa y estar pendiente de ella para evitar que sufra o
cause algún daño o peligro”.  Pero también tiene que
ver con su desarrollo: “Observar atentamente una cosa
y estar pendiente de ella para que se desarrolle u ocurra
como se desea, o para seguir su evolución o desarrollo”.

En este contexto, Adán debió poner atención en ayudar a Caín
en sus luchas, miedos, frustraciones y desánimos.

Eva y sus hijos
Eva pudo haber tenido más influencia en Abel que
en Caín en aspectos de devoción a Dios. Aunque
Satanás extravió la mente de ella de la pureza de
la devoción a Dios, ella pudo haberla recuperado
después de la expulsión (2 Corintios 11:3).

Es interesante mencionar que Adán quedó tan
maltrecho y resentido por ser sacado del paraíso,
que no creyó más en el Señor. Las únicas oraciones
que se mencionan son de parte de su mujer,
oraciones de gratitud por el nacimiento de sus
hijos (Génesis 4:1, Génesis 4:25), en las cuales tal vez
pudo llegar a entender la gravedad del pecado en
el huerto. Tuvo algo de influencia en la devoción
a Dios de sus hijos, mas no la suficiente sin Adán
como autoridad. Al parecer, Abel sí recibía consejos
piadosos de su madre.

Un hijo muerto y uno perdido
Caín, después de matar a su hermano, es desterrado
de su hogar y destinado a vivir vagando. Al
parecer, Caín se vuelve más violento cada vez después
de formar su familia sin Dios, así como sus
generaciones (Génesis 4:24). El primer matrimonio —
formado por Adán y Eva— sufrió un fuerte golpe
en su descendencia: perdió dos hijos en un día.

Set (sustituto por Abel)
No con menos importancia, Adán y Eva tuvieron
otro hijo. Su nombre fue Set, que proviene de un
término hebreo que significa “proveer” (Génesis
4:25-26, 5:3-8). Su nombre significa que él era
considerado un “sustituto” de Abel, a quien mató Caín.

Set nació cuando Adán tenía ciento treinta años
de edad. Eva le llamó Set porque, según dijo,
“Dios me ha concedido otro hijo en lugar de Abel,
a quien Caín mató”. Es posible que Set no haya
sido el tercer hijo de Adán y Eva. Según Génesis 5:4,
Adán tuvo “hijos e hijas”, algunas de las
cuales puede que nacieran antes que Set.

Esto es digno de mención porque de él, no del asesino
Caín, descendió Noé, por medio de quien viene
toda la raza humana actual. A la edad de ciento
cinco años, Set fue padre de Enós, y murió a los
novecientos doce años (3896-2984 a. E.C.).
Aunque no se relata la relación que tenía Set con
sus padres, como lo fue con Abel y Caín, sí podemos
notar que Set recobró algo de lo perdido en
la cuestión a buscar a Dios y agradarle. Tanta es
la importancia de Set, que llegó a ser el fundador
del linaje de fe en sus siguientes generaciones,
comenzando por Enós, su hijo.

“A Set le nació también un hijo y le puso por nombre Enós. Por ese tiempo comenzaron los hombres a invocar el nombre del Señor” (Génesis 4:26).
“Cainán, de Enós; Enós, de Set; Set, de Adán; y
Adán, de Dios” (Lucas 3:38).

El segundo Adán
Por último, cabe decir que, gracias al segundo
representante de la humanidad: Jesucristo, ahora
cualquier persona en cualquier lugar y tiempo de
la historia puede tener esperanza de vida eterna
en Cristo Jesús; Él es el nuevo Adán. “Porque así
como en Adán todos mueren, también en Cristo
todos serán vivificados” (1 Corintios 15:22).
(Véase también Romanos 5:12-15).

La relación y vida en Dios que
perdió el primer hombre al desobedecer al Señor
en el huerto y ser expulsado de su comunión (Génesis 2:17),
la puede recuperar por medio de la reconciliación en Cristo,
que es una dádiva a todo ser humano (Romanos 5:17-19).

PREGUNTAS PARA REFLEXIÓN
1. Como padre o madre ¿te interesas por el
ánimo que manifiestan tus hijos, o solo los
dejas a que “se les pase”?

2. Los afanes y preocupaciones de la vida
¿merman la atención de tus pensamientos
hacia tus hijos? Si ambos padres trabajan,
¿cuándo les dan tiempo de calidad?

3. ¿Eres guardián de tus hijos o los dejas en sus
errores? Ser indiferente puede traer graves
consecuencias.

4. ¿Les has dado carrera profesional y piensas
que eso basta? La formación en la casa es la
más trascendente e involucra a ambos padres.

5. ¿Te rindes fácilmente con tus hijos al notar
hostilidad? No es fácil criar a un hijo, pero
Dios dota a los padres para aconsejarles y
darles una fiel guía en su Palabra.

CONCLUSIÓN
Nos cuesta mucho confesar nuestras faltas; estamos
dispuestos a excusarlas y a echar la culpa a
otras personas. El temor de que nuestros pecados
sean descubiertos nos lleva a patrones de engaño.
Pero eso es peligroso.
El pecado nos engaña y endurece porque nos aleja de Dios.
“No sea que alguno de vosotros sea endurecido por
el engañodel pecado” (Hebreos 3:13).

Adán perdió no solo el dominio que el Señor le
dio en el huerto, sino también, en parte, en su
hogar. Dejó de buscar al Señor, ya que en él no
hubo ninguna oración ni atisbo de reconciliación
con Dios. Esto lo dejó sin una guía y sin sabiduría
para tomar decisiones en su casa por sus hijos.

PDLB-ADÁN 1

Enter your Email Address

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *