EL TEMOR
BASE BÍBLICA
Mateo 8:23-27 y Mateo 18:28
23 Cuando entró Jesús en la barca, sus discípulos le siguieron. 24 Y de pronto se desató una gran tormenta en el mar, de modo que las olas cubrían la barca; pero Jesús estaba dormido. 25 Y llegándose a Él, le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos! 26 Y Él les dijo ¿Por qué estáis amedrentados, hombres de poca fe? Entonces se levantó, reprendió a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma. 27 Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Quién es este, que aun los vientos y el mar le obedecen?
28 Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; más bien temed a aquel que puede hacer perecer tanto el alma como el cuerpo en el infierno.
Marcos 5:35-36
35 Mientras estaba todavía hablando, vinieron de casa del oficial de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto, ¿para qué molestas aún al Maestro? 36 Pero Jesús, oyendo lo que se hablaba, dijo al oficial de la sinagoga: No temas, cree solamente.
Lucas 5:8-10
8 Al ver esto, Simón Pedro cayó a los pies[a] de Jesús, diciendo: ¡Apártate de mí, Señor, pues soy hombre pecador! 9 Porque el asombro se había apoderado de él y de todos sus compañeros, por la redada de peces que habían hecho; 10 y lo mismo les sucedió también a Jacobo[b] y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. Y Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres.
Juan 14:27
27 La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
PREGUNTAS DE OPINIÓN GENERAL:
Salmos 55:1-7
1 Escucha, oh Dios, mi oración, y no te escondas de mi súplica. 2 Atiéndeme y respóndeme; conmovido[b] estoy en mi queja y muy conturbad, 3 a causa de la voz del enemigo, por la opresión del impío; pues echan iniquidad sobre mí, y con furia me persiguen. 4 Angustiado está mi corazón dentro de mí, y sobre mí han caído los terrores de la muerte. 5 Terror y temblor me invaden, y horror[e] me ha cubierto. 6 Y dije: ¡Quién me diera alas como de paloma! Volaría y hallaría reposo. 7 Ciertamente[h] huiría muy lejos;
moraría en el desierto.
Job 3:25
25 Pues lo que temo viene sobre mí, y lo que me aterroriza me sucede.
Salmos 46:1-3
1 Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio[b] en las tribulaciones[c]. 2 Por tanto, no temeremos aunque la tierra sufra cambios, y aunque los montes se deslicen al fondo[d] de los mares; 3 aunque bramen y se agiten[e] sus aguas, aunque tiemblen los montes con creciente enojo[f].
Proverbios 29:25
25 El temor al hombre es[a] un lazo, pero el que confía en el SEÑOR estará seguro.
Filipenses 4:13
13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Salmos 36:1-4
1 La transgresión habla al impío dentro de su[a] corazón; no hay temor de Dios delante de sus ojos. 2 Porque en sus propios ojos la transgresión le engaña en cuanto a descubrir su iniquidad y aborrecerla. 3 Las palabras de su boca son iniquidad y engaño; ha dejado de ser sabio y de hacer el bien. 4 Planea la iniquidad en su cama; se obstina en un camino que no es bueno; no aborrece el mal.
2 Timoteo 1:7
7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
PREGUNTAS PERSONALES:
Lucas 21:26
26 Desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que vendrán sobre el mundo[a]; porque las potencias de los cielos serán sacudidas.
Salmos 3:1-8
1 ¡Oh SEÑOR, cómo se han multiplicado mis adversarios! Muchos se levantan contra mí. 2 Muchos dicen de mí[b]: Para él no hay salvación[c] en Dios. 3 Mas tú, oh SEÑOR, eres escudo en derredor mío, mi gloria, y el que levanta mi cabeza. 4 Con mi voz clamé al SEÑOR, y Él me respondió desde su santo monte. 5 Yo me acosté y me dormí; desperté, pues el SEÑOR me sostiene. 6 No temeré a los diez millares de enemigos que se han puesto en derredor contra mí. 7 ¡Levántate, SEÑOR! ¡Sálvame, Dios mío! Porque tú hieres[f] a todos mis enemigos en la mejilla; rompes los dientes de los impíos. 8 La salvación[i] es del SEÑOR. ¡Sea sobre tu pueblo tu bendición!
Salmos 56:9-13
9 Entonces mis enemigos retrocederán el día en que yo te invoque. Esto sé: que Dios está a favor mío. 10 En Dios, cuya palabra alabo, en el SEÑOR, cuya palabra honro[b]; 11 en Dios he confiado, no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre? 12 Están sobre mí, oh Dios, los votos que te hice; ofrendas de acción de gracias te ofreceré. 13 Pues tú has librado mi alma de la muerte, y mis pies de tropiezo, para que yo pueda andar delante de Dios en la luz de la vida.
Romanos 8:28, 31, 35
28 Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito.
31 Entonces, ¿qué diremos a esto? Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros?
35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo[b]? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Salmos 27:1-3
1 El SEÑOR es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida; ¿de quién tendré temor? 2 Cuando los malhechores vinieron sobre mí para devorar mis carnes, ellos, mis adversarios y mis enemigos, tropezaron y cayeron. 3 Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque en mi contra se levante guerra, a pesar de ello, estaré confiado.
Salmos 91
1 El que habita al abrigo del Altísimo morará a la sombra del Omnipotente. 2 Diré yo al SEÑOR: Refugio mío y fortaleza mía, mi Dios, en quien confío. 3 Porque Él te libra del lazo del cazador y de la pestilencia mortal. 4 Con sus plumas te cubre, y bajo sus alas hallas refugio; escudo y baluarte es su fidelidad. 5 No temerás el terror de la noche,
ni la flecha que vuela de día, 6 ni la pestilencia que anda en tinieblas, ni la destrucción que hace estragos en medio del día. 7 Aunque caigan mil a tu lado y diez mil a tu diestra, a ti no se acercará. 8 Con tus ojos mirarás y verás la paga de los impíos.
9 Porque has puesto al SEÑOR, que es mi refugio, al Altísimo, por tu habitación. 10 No te sucederá ningún mal, ni plaga se acercará a tu morada[e]. 11 Pues Él dará órdenes a sus ángeles acerca de ti, para que te guarden en todos tus caminos. 12 En sus manos[f] te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra. 13 Sobre el león y la cobra[g] pisarás;
hollarás al cachorro de león y a la serpiente. 14 Porque en mí ha puesto su amor, yo entonces lo libraré; lo exaltaré, porque ha conocido mi nombre. 15 Me invocará, y le responderé; yo estaré con él en la angustia; lo rescataré y lo honraré; 16 lo saciaré de larga vida, y le haré ver mi salvación.
Isaías 41:10
10 No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes[a], porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra de mi justicia.
CONCLUSIÓN:
2 Timoteo 1:7
7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
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