Cristo te ama

6.- El Matrimonio

INSTITUIDO POR DIOS
El matrimonio tiene la singularidad de que ha sido instituido por Dios y no por instancias terrenales. Desde la formación del hombre y su mujer, Dios ha tenido la autoría en ello. La relación del marido y su esposa están bajo los principios que Dios ha determinado. El matrimonio estuvo en la mente del Señor y también lo diseñó.

LA COMPAÑERA DE VIDA PARA EL HOMBRE
“Y el Señor Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea. […] Y el hombre puso nombre a todo ganado y a las aves del cielo y a toda bestia del campo, más para Adán no se encontró una ayuda que fuera idónea para él” (Génesis 2:18, 20).

El hombre había sido formado para tener una comunión con Dios, su Creador. Tenía todo el paraíso para él y previamente había dado nombre a todos los animales (Génesis 2:20). Pero aun así se sentía solo delante de este nuevo mundo. El Señor Dios le hace caer en un sueño y de su propia naturaleza forma a una criatura semejante a Él (Génesis 2:23-24).
Era su compañera de vida. De ahora en adelante no solo el hombre tenía comunión con Dios, sino que también la unión del hombre y su mujer habían establecido un vínculo con su Creador.

CONTRATO VS. PACTO
“Y respondiendo Jesús, dijo: ¿No habéis leído que aquel que los creó, desde el principio los hizo varón y hembra, y añadió: «Por esta razón el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne»? Por consiguiente, ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe” (Mateo 19:4-6).

La definición de contrato es “el mutuo acuerdo de dos partes que convienen tener un beneficio bajo derechos y obligaciones”. En el ámbito laboral, un patrón le pagará a su empleado “mientras” cumpla con sus deberes. De lo contrario, ocasionará un despido, ya que no actuó en conformidad a sus responsabilidades.

Por otro lado, un pacto, desde la perspectiva bíblica, es parecido a un contrato, con la diferencia de que Dios es el que está en medio de la relación matrimonial como aquel que celebra y es testigo del acto. Tanto el marido como su mujer son responsables ante Dios del amor, respeto y los cuidados mutuos entre ellos.

El contrato es egoísta, ya que busca el beneficio y la respuesta de la otra parte mientras las condiciones se cumplan o le sean favorables; el pacto es de entrega por el otro bajo los principios de la Palabra de Dios.

ROLES EN EL MATRIMONIO
Un rol define un conjunto de habilidades, competencias y responsabilidades que están relacionadas. Es el papel que un individuo juega en un contexto puntual. En el caso del matrimonio, Dios le ha dado un rol a cada cónyuge para que este proyecto de vida sea pleno y próspero, como fue pensado.

DEL ESPOSO
“Maridos, amad a vuestras mujeres y no seáis ásperos con ellas” (Colosenses 3:19).

“Y vosotros, maridos, igualmente, convivid de manera comprensiva con vuestras mujeres, como con un vaso más frágil, puesto que es mujer, dándole honor como a coheredera de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no sean estorbadas” (1 Pedro 3:7).

“Así también deben amar los maridos a sus mujeres, como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida, así como también Cristo a la iglesia; porque somos miembros de su cuerpo” (Efesios 5:28-30).

El marido debe cuidar a su esposa dentro de parámetros, como protección y provisión, buen trato, y guía como líder espiritual, de la manera que Cristo hace con su Iglesia. Cristo nunca sería áspero, indiferente o cruel con su Iglesia. Al contrario, la cuida y santifica para sí mismo (Efesios 5:27).
Un esposo comprende que su mujer es un regalo de parte del Señor (Proverbios 18:22). Es su compañera, su aliada, y su consuelo para transitar en esta vida.

DE LA ESPOSA
“Mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor” (Colosenses 3:18).

“Las mujeres estén sometidas a sus propios maridos como al Señor” (Efesios 5:22).

“Porque así también se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos” (1 Pedro 3:5).

Por su parte, la mujer no es irrespetuosa, rebelde o ingrata con su marido. La esposa es dócil, servicial y desea apoyar a su marido. Una mujer piadosa le trae dicha a su marido; no le estorba ni causa problemas (Proverbios 31:12).
En caso de que su marido no sea creyente y se resista a recibir el Evangelio, igualmente se sujeta a él para que por su conducta casta y respetuosa pueda llegar a tener la misma fe (1 Pedro 3:1-2).

El apóstol Pablo resume el trato entre cónyuges diciendo “En todo caso, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete a su marido” (Efesios 5:33).

FIDELIDAD MATRIMONIAL
“Sea el matrimonio honroso en todos, y el lecho matrimonial sin mancilla, porque a los inmorales y a los adúlteros los juzgará Dios” (Hebreos 13:4).

Respetar el proyecto compartido, no mentir ni ocultar y mantener relaciones sexuales solo con la persona que se ha escogido como cónyuge es fidelidad. Es la relación sentimental que se establece entre dos personas que se prometen exclusividad amorosa y sexual.

PARA REFLEXIÓN:
1. El matrimonio ha sido instituido por Dios mismo y no por instancias terrenales.
2. Invertir tiempo en la lectura y meditación de la Palabra otorgan solidez y blindaje a un matrimonio.
3. La buena atención, el diálogo y el perdón son clave para tener una relación matrimonial saludable.
4. El trato que le das a tu mujer ¿es el mismo que le daría Cristo a su Iglesia? ¿Qué actitudes hay que trabajar?
5. El trato que les das a tu marido ¿es el mismo que le daría la Iglesia a Cristo? ¿Qué actitudes hay que trabajar?

CONCLUSIÓN:
“Con sabiduría se edifica una casa, y con prudencia se afianza (Proverbios 24:3)”

El matrimonio es un regalo de Dios para nosotros; la calidad de nuestro matrimonio es una ofrenda para Él. Esa es nuestra mayordomía al Señor: un matrimonio como Él lo desea según su buena voluntad. Tengamos en cuenta que en el resultado del trato en la relación de ambos estaremos dando gloria a su Nombre. El matrimonio es de Dios, ya que Él lo fundó desde el inicio de la creación. Fue su idea, con un propósito y fin en sus planes eternos.

Las personas que son solteras y desean comprometerse con alguien en matrimonio deben considerar que el matrimonio es una relación única, establecida por Dios y debe entenderse bajo esa perspectiva. Su buen inicio, desarrollo y éxito depende de ello.

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