Cristo te ama

18.- Prudencia

Es la virtud que consiste en discernir y distinguir lo que es bueno o malo, para seguirlo o huir de ello. Prudencia es un término que se emplea como sinónimo de sensatez, mesura, templanza, cautela o moderación.

La prudencia nos ayuda a reflexionar y a considerar los efectos que pueden producir nuestras palabras y acciones, teniendo como resultado un actuar correcto en cualquier circunstancia.
La prudencia es la virtud que permite abrir la puerta para la realización de las otras virtudes y las encamina hacia el fin del ser humano, hacia su progreso interior.

El ser prudente no significa tener la certeza de no equivocarse, por el contrario, la persona prudente muchas veces ha errado, pero ha tenido la habilidad de reconocer sus fallos y limitaciones aprendiendo de ellos. Sabe rectificar, pedir perdón y solicitar consejo.

La prudencia nos hace tener un trato justo y lleno de generosidad hacia los demás, edifica una personalidad recia, segura, perseverante, capaz de comprometerse en todo y con todos, generando confianza y estabilidad en quienes nos rodean, seguros de tener a un guía que los conduce por un camino seguro.

I. CARACTERÍSTICAS DE LA PRUDENCIA
1. Siempre habita con la sabiduría.
Yo, la sabiduría, habito con la prudencia, y he hallado conocimiento y discreción (Proverbios 8:12).

2. Oculta la deshonra y el conocimiento.
El enojo del necio se conoce al instante, mas el prudente oculta la deshonra (Proverbios 12:16).

El hombre prudente oculta su conocimiento, pero el corazón de los necios proclama su necedad (Proverbios 12:23).

3. El prudente entiende su camino y mira bien sus pasos.
La sabiduría del prudente está en entender su camino, mas la necedad de los necios es engaño (Proverbios 14:8).

El simple todo lo cree, pero el prudente mira bien sus pasos (Proverbios 14:15).

4. El prudente acepta la reprensión.
El necio rechaza la disciplina de su padre, mas el que acepta la reprensión es prudente (Proverbios 15:5).

5. El corazón del prudente adquiere conocimiento.
El corazón del prudente adquiere conocimiento, y el oído del sabio busca el conocimiento (Proverbios 18:15).

6. El prudente se esconde del mal.
El prudente ve el mal y se esconde, mas los simples siguen adelante y son castigados (Proverbios 22:3).

7. El prudente cuida su hablar y sabe guardar silencio.
En las muchas palabras, la transgresión es inevitable, mas el que refrena sus labios es prudente (Proverbios 10:19).

El que menosprecia a su prójimo carece de entendimiento, pero el hombre prudente guarda silencio (Proverbios 11:12).

II. BENEFICIOS DE LA PRUDENCIA
1. El prudente siempre estará en eminencia.
José

Ahora pues, busque Faraón un hombre prudente y sabio, y póngalo sobre la tierra de Egipto.
Y la idea pareció bien a Faraón y a todos sus siervos.
Entonces Faraón dijo a sus siervos: ¿Podemos hallar un hombre como éste, en quien esté el espíritu de Dios?

Y Faraón dijo a José: Puesto que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay nadie tan prudente ni tan sabio como tú. Tú estarás sobre mi casa, y todo mi pueblo obedecerá tus órdenes; solamente en el trono yo seré mayor que tú. Faraón dijo también a José: Mira, te he puesto sobre toda la tierra de Egipto. Y Faraón se quitó el anillo de sellar de su mano y lo puso en la mano de José; y lo vistió con vestiduras de lino fino y puso un collar de oro en su cuello. Lo hizo montar en su segundo carro, y proclamaron delante de él: ¡Doblad la rodilla! Y lo puso sobre toda la tierra de Egipto.

Entonces Faraón dijo a José: Aunque yo soy Faraón, sin embargo, nadie levantará su mano ni su pie sin tu permiso en toda la tierra de Egipto (Génesis 41:33, 37-44).

David
El Espíritu del Señor se apartó de Saúl, y un espíritu malo de parte del Señor le atormentaba. Entonces los siervos de Saúl le dijeron: He aquí ahora, un espíritu malo de parte de Dios te está atormentando. Ordene ahora nuestro señor a tus siervos que están delante de ti, que busquen un hombre que sepa tocar el arpa, y cuando el espíritu malo de parte de Dios esté sobre ti, él tocará el arpa con su mano y te pondrás bien.

Entonces Saúl dijo a sus siervos: Buscadme ahora un hombre que toque bien y traédmelo. Y respondió uno de los mancebos y dijo: He aquí, he visto a un hijo de Isaí, el de Belén, que sabe tocar, es poderoso y valiente, un hombre de guerra, prudente en su hablar, hombre bien parecido y el Señor está con él.

Entonces Saúl envió mensajeros a Isaí y dijo: Envíame a tu hijo David, el que está con el rebaño. Tomó Isaí un asno cargado de pan, un odre de vino y un cabrito, y los envió a Saúl con su hijo David.
David fue a Saúl y le servía; y Saúl lo amó grandemente y lo hizo su escudero.
Y Saúl envió a decir a Isaí: Te ruego que David se quede delante de mí, pues ha hallado gracia ante mis ojos.

Sucedía que cuando el espíritu malo de parte de Dios venía a Saúl, David tomaba el arpa, la tocaba con su mano, y Saúl se calmaba y se ponía bien, y el espíritu malo se apartaba de él (1 Samuel 16:14-23).

Y salía David adondequiera que Saúl le enviaba, y prosperaba; y Saúl lo puso sobre hombres de guerra. Y esto fue agradable a los ojos de todo el pueblo y también a los ojos de los siervos de Saúl (1 Samuel 18:5).

Los Obispos
Un obispo debe ser, pues, irreprochable, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, de conducta decorosa, hospitalario, apto para enseñar (1 Timoteo 3:2).

Los ancianos deben ser sobrios, dignos, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la perseverancia. (Tito 2:2)

El Mayordomo fiel
Y el Señor dijo: ¿Quién es, pues, el mayordomo fiel y prudente a quien su señor pondrá sobre sus siervos para que a su tiempo les dé sus raciones? (Lucas 12:42).

2. El prudente edifica su casa sobre la roca.
Por tanto, cualquiera que oye estas palabras mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca; y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; pero no se cayó, porque había sido fundada sobre la roca (Mateo 7:24-25).

3. El prudente es coronado de conocimiento.
Los simples heredan necedad, mas los prudentes son coronados de conocimiento. (Proverbios 14:18).

III. LA PALABRA DE DIOS NOS EXHORTA A QUE SEAMOS PRUDENTES
1. Por medio de la lectura del libro de Proverbios.
Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel: para aprender sabiduría e instrucción, para discernir dichos profundos, para recibir instrucción en sabia conducta, justicia, juicio y equidad; para dar a los simples prudencia, y a los jóvenes conocimiento y discreción (Proverbios 1:1-4).

2. En guardar la sana doctrina.
Pero en cuanto a ti, enseña lo que está de acuerdo con la sana doctrina. Los ancianos deben ser sobrios, dignos, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la perseverancia. Asimismo, las ancianas deben ser reverentes en su conducta: no calumniadoras ni esclavas de mucho vino, que enseñen lo bueno, que enseñen a las jóvenes a que amen a sus maridos, a que amen a sus hijos, a ser prudentes, puras, hacendosas en el hogar, amables, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.

Asimismo, exhorta a los jóvenes a que sean prudentes; muéstrate en todo como ejemplo de buenas obras, con pureza de doctrina, con dignidad, con palabra sana e irreprochable, a fin de que el adversario se avergüence al no tener nada malo que decir de nosotros (Tito 2:1-8).

PREGUNTAS SOBRE EL ESTUDIO
1. ¿Te consideras una persona prudente?
2. ¿Haces ostentación de tus conocimientos?
3. ¿Te dejas engañar fácilmente?
4. ¿Qué problemas has tenido por no ser prudente?
5. ¿Piensas siempre lo que vas a hablar?
6. ¿Aceptas con agrado que se te corrija o reprenda?

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